Navidades, pese a todo

<<Diciembre se agotaba entre villancicos y felicitaciones que hoy no sonaban igual>>. Lo escribí ya hace años, por entre un relato de inspiración viajera andaluza y temática navideña. El protagonista de aquella historia tenía sus motivos para declarar tal cosa, aunque me gustaría conocer su opinión actualizada a este otro diciembre, segundo ya de pandemia, del año que se nos va cerrando ahora. Ojalá Jaime viva para contármelo y viva lo mejor

posible (vivir, nunca vivió de cine, aunque trabajase en uno cuando yo lo nombré por última vez antes de ahora). El cine, como todas las ficciones, se hace más necesario que nunca en estas realidades de distopía que nos toca vivir. 

Pues eso, que seguir. Seguir adelante, aguantando el tirón contra viento y marea. Ayudarse con una película, con otro libro que leer o escribir, con el proyecto del viaje que hacer cuando se tercie para reencontrarnos con personas, personajes y lugares de ayer y de siempre. Cuatro días nos quedan. En cuatro días, pasamos página. Borrón y Año Nuevo, esperemos que con el reestreno, tan vital, que todos esperamos.

<<... preguntarse sin querer cuánto de aquel pasado seguiría visible y en pie, dónde y quién podría recordarlo a él todavía hoy, allí y ahora, en el atardecer de un diciembre tan distante de los años aquellos. Demasiado tiempo.>>

Eso lo escribí también por entonces, en otra historia del mismo libro inédito. Y en cierto modo, sigue presente aunque cambien los motivos.