RAÚL CASTAÑÓN DEL RÍO

ESCRITOR

 
 
 

Nuevo contador

Este año arranca con cambios, pero no de velocidad. Enero se mantiene en sus trece (doce más uno, si lo prefieren), coordenadas coordinadas, pausadas en lo posible; un tren equipándose para la marcha en un hangar. En cuanto se despeje el horizonte, partiremos hacia once meses de aventura. El año restante

, todo el 2023 salvo el prólogo.
2022 fue movido, un carrusel de agitación y ventanas abiertas a corrientes de naturalezas varias . El trabajo no me permitió publicar ningún libro. Apenas pude corregir una dispersión de textos por fases aleatorias; chapa y pintura a salto de mata. Aunque en lo literario, 2022 me deja el hito personal de haber coprotagonizado cartel en la feria del libro de mi ciudad. Amén de unas cuantas inspiraciones vivenciales por trabajo y por viajes de largo recorrido y placer. Y justo antes de acabarse, pude cerrar el año con un pequeño relato de Navidad de los que llevaba años sin escribir. Eso nos queda. Eso y lo que venga.

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