RAÚL CASTAÑÓN DEL RÍO

ESCRITOR

 
 
 

Realidades alternativas

Cuando se acumulan los años escribiendo, se acumulan también los escritos. Escritos en cantidad. Otra cosa es la calidad. En mi caso la veo muy mejorable. Y lo escrito mejora sustancialmente con las correcciones, sí, pero por mucho que corrija nunca me alcanza ni me convence del todo. Voy corrigiendo las mismas obras en

distintos meses o años y me doy cuenta de que tampoco avanzo gran cosa. Nunca llego a acercarme como me gustaría al planteamiento ni a las expectativas de origen. Padezco serios desfases de realización. Puede que el problema tenga que ver con la dispersión. Debería concentrarme más, enfocar mejor, producir poco pero bien o cuando menos más consistente. Porque lo escrito hasta ahora se acumula y se alarga, pero también se tambalea por falta de firmeza. Y al hilo de esa inseguridad me surge una pregunta clave: ¿demasiada obra o demasiada incapacidad? Como escritor empiezo a pensar que quizá debería entregar todos los borradores y disolverme.

Y a otra cosa mariposa

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