RAÚL CASTAÑÓN DEL RÍO

ESCRITOR

 
 
 

Finales de año

Pues eso, que por fin se nos acaba el 2020. Un <<annus horribilis>> de principio a fin, con muy pocas luces entremedias. Casi lo único bueno que nos deja es la sensación de que el 2021 lo tiene fácil para mejorarlo.

Aparte de ominoso, este año a punto de expirar ha sido anómalo hasta en los detalles. Ya que aquí escribimos de libros, se puede particularizar en ellos.

 A lo largo de 2020, a falta de algo mejor que hacer, escribí un libro de forma intensiva. Invertí mucho tiempo y esfuerzo para terminarlo a tiempo: quería tenerlo disponible como regalo de Navidad. Pero no pudo ser por problemas editoriales; más daños colaterales de la pandemia. Ni siquiera llegaría comienzos del nuevo año. La primera vez que pedía un libro mío para Reyes y ahora sé que no me lo van a traer (y sin haberme portado especialmente mal). Mala suerte y peor año.

Por no dar del todo el brazo a torcer, opté por pedir un libro en blanco para escribirlo a mi gusto, en una nueva paradoja del nefasto 2020. Esa petición sí se me cumplió. Me la cumplieron y me la obsequiaron los artesanos amables del CAI Naranco de Oviedo. Para muestra de su trabajo, el botón de la foto. Un simbólico botón verde para resetear el panorama con esperanza en los inicios del nuevo año. Que sea mucho mejor para todos.

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