RAÚL CASTAÑÓN DEL RÍO

ESCRITOR

 
 
 

Niebla

Aunque de visita reciente, no se corresponde el título de esta entrada con la nivola de Miguel de Unamuno. Se refiere más bien al contexto neblinoso del verano astur, muy apto para la lectura y la creación literarias. La temperatura moderada ayuda a descansar bien por las noches, lo que ayuda a su vez al desempeño

de cualquier trabajo. También en el de escribir. Ampliando el foco de la neblina, el territorio escritor, amén de deleznable, es muy brumoso también. De ese nublado a veces surgen revisiones interesantes, aunque arduas de perfeccionar. Un terreno cambiante, trabajoso y de difícil culminación. Incluso un solo cuento inspirado durante un viaje de oro puede alumbrar una antología edificante entre la borra neblinosa de lo escrito y aparcado años atrás. Sí, volvemos al eterno ciclo de las revisiones y correcciones de la escritura. A veces las historias del cajón solo necesitaban de la luz adecuada para pasar el corte. Es el caso de esta colección agrupada entre manos sobre la marcha. Necesitaba de una nave capitana para reflotarse. Y esa nave fue avistada en aguas del Tormes, a la luz helmántica del véspero, con un último rayo de sol sobre el río de la escritura corriente de un servidor.

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